47°. Jaulas
Ayer vi una TED-Talk que me hizo reflexionar.
El expositor, un periodista llamado Johann Hari, proponía una forma diferente
de considerar y tratar las adicciones. Se preguntarán qué tiene que ver esto
con el amor. Wait for it... Primero voy a hablar de ratas... Johann Hari relató
un experimento en el que pusieron a una rata en una jaula, sola, con agua con
droga. La rata bebió hasta morir por sobredosis. Luego, se hizo otro
experimento, pero en vez de poner una rata sola, pusieron muchas en una jaula
tipo “parque de diversiones para ratas”, con dos potes de agua: una normal, la
otra con droga. La sorpresa fue que la mayoría de las ratas bebieron del agua
normal. Casi no hubo sobredosis. Es decir, las ratas que estaban en grupo,
conectadas, con algún sentido o propósito, casi no prefirieron la droga. Ahora,
lo interesante es que este periodista considera que la adicción tiene que ver
con la necesidad de conectar. De “bonding”. Cuando por traumas previos o stress
nos sentimos aislados, imposibilitados de conexión con otro o con la vida, las
drogas están a mano para ofrecernos otro tipo de conexión y enganche. Johan
Hari dice: “Una parte central de la adicción es no ser capaz de soportar estar
presente en tu propia vida”. Y por eso el escape que ofrecen las drogas.
Pero Johann Hari también menciona como
adicción al cigarrillo, al alcohol, a comer compulsivamente, a comprar
compulsivamente, ser workoholic, sexaholic, acumuladores, pasarnos 20 horas en
Internet o en las redes y el teléfono con una sensación ficticia de conexión.
Esto también tiene que ver con lo que
sostiene otra investigadora, Brené Brown, quien cree que para muchos las
adicciones están relacionadas con una necesidad de anestesiar, o por lo menos
quitarle la intensidad al dolor, a la vulnerabilidad, a la inseguridad. Para
ella, la respuesta está en conectarse y encontrar sentido y propósito a la
vida. A no escaparle al dolor, sino enfrentarlo.
Ahora, ¿qué pasaría si aplicáramos estas
ideas al amor, o más específicamente, a las relaciones tóxicas co-dependientes,
de esas que destruyen una parte tuya, como lo hace la adicción? Después de
todo, este tipo de vínculos son adictivos.
La solución que propone Johann Hari para
rehabilitar a adictos es una conexión real, y el apoyo amoroso del entorno. En
vez de rechazar al adicto, culpándolo de todo el daño que trae, volviéndolo un
paria al aislarlo aún más, mejor ofrecerle apoyo (vínculos, trabajo, etc. Pone
como ejemplo el modelo de Portugal). Y eso se aplica para el adicto: buscar
apoyo en las relaciones más cercanas. Muchas veces me preguntan cómo hacer para
cortar una relación demencial. Me dicen: ¡simplemente, NO PUEDO HACERLO! Bueno,
si pensamos en esa relación tóxica como una forma de adicción, la solución sería
buscar la conexión de los amigos y familiares, y reencontrar el sentido y
propósito en uno mismo.
Esto parece una obviedad, pero no sé si lo
es... Cuando uno está metido en una situación así, muchas veces se separa de
sus vínculos y queda completamente fuera de eje. Una relación co-dependiente,
pensada como adicción, está ahí para evitar conectarnos con algo, para dejar de
estar presentes en nuestra propia vida. Ese sería el beneficio secundario y
oculto... Me aferro a la locura de esta relación para no tener que lidiar con
lo que se presiente doloroso en la propia (soledad, miedo a no volver a amar,
miedo a no poder vivir sin el otro, miedo al dolor, a la vulnerabilidad, a la
inseguridad, etc.) Como dice el periodista en el ejemplo de la rata: ¿qué pasaría
si la adicción es tratara de la jaula? ¿La relación demente es tu jaula?
Según estos investigadores, la clave estaría
en buscar conectar con uno mismo (por medio de terapia, de la espiritualidad,
la meditación, de la naturaleza, etc.) conectar con nuestros vínculos cercanos
(familia, amigos), encontrarle sentido y propósito a nuestra vida, y ante una
situación dolorosa o estresante, no anestesiarnos y escapar, sino enfrentarla y
pasar al otro lado.
En vez de andar metidos en jaulas, separados,
anestesiados, evadidos, mejor entrar en el parque de diversiones de las ratas,
todas juntas (¡cambien ratas por seres humanos, por favor!) y en el estar
presente en uno mismo y con el otro, así la vida mejora y no se necesitan las
adicciones para escaparnos.
Mi adicción = jaula es permitir la
compulsión/obsesión y los pensamientos rumiantes que se me detonan tanto cuando
me va mal como cuando me va bien. Cuanto más me aíslo, más obse me pongo.
Cuanto más conectada con el mundo real estoy, soy menos Monk
Acá va el link a la TED-Talk (en inglés)