44°. Infierno
Leí esta frase de Dostoievski “¿Qué es el
infierno? Yo sostengo que es el sufrimiento de ser incapaz de amar.” Y me dejó
pensando. Creo que la incapacidad de amar nos deja vacíos y secos, medio
muertos por dentro, desconectados del mundo y así, alejados de lo que para mí
es el sentido de la existencia. Sin sentir esta conexión por el otro, por un
perro, por el mar, por la música, por lo que sea, la vida es un páramo
infernal. Pensemos en "Amar" no solo en su concepción romántica, sino
en un sentido más amplio, amar todo, incluso a vos mismo lo suficiente para
cambiar lo que desees, para correrte de situaciones que te lastimen, para
comprometerte en lo que te involucra y apasiona. En su libro “El amor que nos
cura", Boris Cyrulnik - neurólogo, psicólogo y psiquiatra, uno de los
padres de la resiliencia - dice que el amor es como el sol, que cae sobre
todos, iluminándonos a todos por igual. No hay que ser nadie especial para que
te de su luz. Solo salirse de la sombra... Y creo que esto es fundamental. La
sombra, la parte oscura - infernal - de uno, que se pega a la oscuridad de un
otro, hace que muchas veces nos vinculemos desde lo no sano, desde partes
inconscientes y sin elaborar, y establezcamos vínculos no amorosos. El sol, con
su luz, es nutritivo y vital para la vida sobre el planeta. Sin él, nos
extinguiríamos. Siguiendo esta idea, sin el amor nutritivo, nos pasaría lo
mismo.
Dejando de lado trastornos psiquiátricos
severos, ¿está la incapacidad de amar relacionada con el no haber sido bien
amado en el pasado?