7°. Mi percepción del tiempo es distinta, dijo...

Amigos, el avioncito humano llamó. Sí, Fer el parapentista. Me agarró desprevenida. Aunque no sin recursos:
Fernando: Hola.
Paula: ¿Quién es?
F: Fernando.
P: (luego de un silencio) Ah...
F: ¿Cómo estás?
P: Bien...
F: (como si nada) ¿Ya arreglaste para cenar?
P: (casi riendo) ¿Eh? ¿Para qué?
F: (ya dudando del llamado) Eh... Digo, para verte... y hablar.
P: ¿Hablar de qué? No creo que haya mucho de qué hablar.
F: Es que... te quería explicar...
P: Mirá, a mí un tipo que después de salir un par de veces y tener intimidad, pasan tres semanas y no me llama, no me va. A mí me gusta que me llamen, que sean caballeros. Al menos ahora. Antes era distinto. Pero ahora es así. 
F: Es que justamente yo entiendo que estés enojada, pero es que mi percepción del tiempo es distinta a la de los demás (sic).
P: (riendo) ¿Qué?
Acá me explica que para él, como viaja mucho, por dos semanas por ejemplo, y siempre tuvo relaciones con chicas “del interior”, era natural tener esa periodicidad en las llamadas. Que era su manera de ser.
F: Sé que trae problemas o que vos tenías otra expectativa...
P: Mirá, yo con vos no tenía expectativa de nada. Todavía ando mal por mi ex y solo estaba para tener algo casual, salir, tomar algo, tener onda. Nada más. Pero incluso para una historia así de liviana, a mí me gusta que me llamen.
F: Blablabla... Por eso te llamo, porque quería verte y de paso explicarte.
P: No me malinterpretes, si a vos te cierra ser así, si te gusta, te funciona, está todo bien, no hay manuales, y debe haber minas a las que les gusta eso, solo que a mí no me va. Yo tuve relaciones con hombres de otras provincias, de otros países. Y me llamaban. Sin ir más lejos, acabo de recibir un regalo de un ex que vive en Holanda.
F: Ya sé... Tenés razón.
P: Para mí, es como dice Kurt Vonnegut: “No grandes amores, sino simple decencia”. Y no es que esté mal tu forma, solo que a mí no me va. A esta altura de mi vida, es lo que quiero. Incluso en la más liviana de las relaciones posibles.
F: Bbbueno...
P: Gracias igual por llamarme.
F: No me tenés que agradecer.
P: Sí, porque lo necesitaba para cerrar esto que no entendía… Ah, suerte en la operación de tu rodilla.
F: Gracias...
P: De nada, chau.
Y corté. Amigos, si pensaban que iba a aflojar, no fue el caso. Se me arreglaron los radares, parece.
Un beso, Paula.


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