62°. Hoy en "Cosas que solo me pasan a mi"

Fui a ver un cuarto en Harlem para sub-alquilarle a un chico llamado Jimmy, por el mes que estaré en Nueva York. Jimmy me hizo el tour por el depto: grande pero poco limpio, y el cuarto en cuestión minúsculo. Pero el chico me pareció copado y su gata me adoró desde que entré. Nos quedamos hablando en la sala y yo no paraba de mirar una especie de arnés de esos para hacer ejercicio en el hogar, con ganchos y demás. Miro para los cuartos entreabiertos de sus otros roommates - un chico y una chica - y solo veo desorden y algo parecido a un masajeador con cable. Me dije: claro, es para el que hace ejercicio en el arnés, para ablandar los músculos después... Pero algo no me cerraba y Jimmy meta alabar a sus compañeritos, que estaban poco en la casa y que cuando estaban eran remacanudos. Y yo meta mirar el arnés... Hasta que doy en la pared con un calendario con una mina en bolas toda atada a lo bondage. Y zas, entendí para qué era el arnés: era el mismo de la foto! Me hice la cool y conocedora del tema, y con la mejor voz de inocente le pregunté: ¿ese arnés es para el kinbaku, el arte japonés del bondage? Y el pibe medio que se puso nervioso porque tenía que explicar que sus compañeros de depa además de copados le entraban al bondage y al sado-masoquismo, ahí mismo, en el living junto al sofá y la playstation. Sobre todo la chica, que era como una especie de entendida del tema, instructora, y además fotógrafa, y que le gustaba tanto dar como recibir... Yo, impertérrita, le digo: "ah, las fotografías de Araki sobre ese tipo de ataduras son geniales" mientras me encamino hacia la puerta de salida para no volver. Ja! Otro día les cuento sobre la parejita que tengo como roommates en Queens... son de película de Disney y se aman con locura! 

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